Lo que conocemos como palabra grafiti - que en español debería ser el plural de grafito- proviene del italiano graffiti. Y era que no, si los primeros indicios de la expresión grafitera los encontramos en evidencias que han dejado los antiguos romanos. En muros que no han sido afectados por la erosión fue posible encontrar consignas políticas e insultos escritos en latín vulgar.
Así que esta forma de expresión no es de cabros jóvenes. De hecho, en 1888 junto a un cadáver (asesinato atribuido a Jack el destripador) la policía inglesa encontró mensajes escritos en la pared. Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, era cosa común encontrar mensajes pintados en las calles. Sin embargo, en las décadas de 1960 y 1970, en Estados Unidos comenzó a surgir la imagen de lo que entendemos hoy como grafiti. Así, pandillas de inmigrantes puertorriqueños y militantes de las causas "negras" dieron el impulso a esta forma de expresión de la calle que posteriormente se tomó los vagones del metro de Nueva York.
Y como ocurre con todo, la tradición del grafiti llegó a los pueblos latinoamericanos. Aunque algunos digan que la práctica latina del grafiteo tiene como base la tradición muralista de algunos destacados artistas de estas tierras, como Diego Rivera, yo (Erick Maturana, sin asumir que mi compadre Cristian Briceño piense igual) pienso que el grafiti llegó como otro producto importado de la globalización. Me parece más un movimiento neoyorquino que muralista riveriano...no sé qué piense Briceño.
Bueno, de todas formas, en el CIUDAD DE TODOS de este viernes 4 de enero, el flaco Briceño llevará de invitado al destacado grafitero nacional Manolo Pérez de la Rosa. Aprovecharemos de discutir con él y aclarar algunas cosas. Además, Pato Patricio aportará con su columna de espectáculos. Así que a escuchar CIUDAD DE TODOS.
p.d: escribo grafiti y no graffiti, porque es la castellanización de la palabra italiana...mmmm
Erick Maturana
Así que esta forma de expresión no es de cabros jóvenes. De hecho, en 1888 junto a un cadáver (asesinato atribuido a Jack el destripador) la policía inglesa encontró mensajes escritos en la pared. Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, era cosa común encontrar mensajes pintados en las calles. Sin embargo, en las décadas de 1960 y 1970, en Estados Unidos comenzó a surgir la imagen de lo que entendemos hoy como grafiti. Así, pandillas de inmigrantes puertorriqueños y militantes de las causas "negras" dieron el impulso a esta forma de expresión de la calle que posteriormente se tomó los vagones del metro de Nueva York.
Y como ocurre con todo, la tradición del grafiti llegó a los pueblos latinoamericanos. Aunque algunos digan que la práctica latina del grafiteo tiene como base la tradición muralista de algunos destacados artistas de estas tierras, como Diego Rivera, yo (Erick Maturana, sin asumir que mi compadre Cristian Briceño piense igual) pienso que el grafiti llegó como otro producto importado de la globalización. Me parece más un movimiento neoyorquino que muralista riveriano...no sé qué piense Briceño.
Bueno, de todas formas, en el CIUDAD DE TODOS de este viernes 4 de enero, el flaco Briceño llevará de invitado al destacado grafitero nacional Manolo Pérez de la Rosa. Aprovecharemos de discutir con él y aclarar algunas cosas. Además, Pato Patricio aportará con su columna de espectáculos. Así que a escuchar CIUDAD DE TODOS.
p.d: escribo grafiti y no graffiti, porque es la castellanización de la palabra italiana...mmmm
Erick Maturana
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