jueves, 15 de mayo de 2008

After Office

Bussines, lobby, doble estándar y seudos negocios al por mayor.....
La invitación sonaba bien, entretención de la buena, gente simpática, el lugar indicado, y por sobre todo… gratis (la entrada) -


Luego de un par de mails y algunos llamados por teléfono, confirmo mi asistencia a un “After Office” (Jueves 14 – 19:00 hrs - Castillo Hidalgo): Una especie de “Happy Hours” remasterisado, pero con algo mas de elite y majestuosidad, en fin….. Anunciado estaba que no se podía ir con jeans, pero como uno es porfiado, fui con jeans y no hubo mayor dificultad, considerando que el 99,9 % de los presentes vestían terno y corbata, y en el caso de las mujeres, ropas pertinentes para el evento.

La persona que me extiende la invitación, se sentía en una especie de planeta donde todo era insoslayablemente maravilloso: gente linda, perfumada, simpática y por sobre todo, gente con la que supuestamente se pueden hacer grandes “bussines” y un entretenido “lobby”,
- términos aplicados entre la gente altamente calificada en una compañía -.

Para sorpresa mía, de mi chica, una amiga y una tía (con espíritu ochentero), una vez reconocido el terreno donde estas, comienza el proceso de ver a quien tienes al lado,
Por cierto que cuando vas con un apellido de alta esfera, eres doblemente bienvenido y estas en condiciones de poder hablar de “bussines” y hacer “lobby” para futuros encuentros. La persona que me invita (que no es mi amigo), lo divisaba a ratos, conversando con chicas guapas y potenciales inversionistas para sus “bussines”,
- y si no resultan, tampoco es malo, por que esta haciendo “lobby”-.

En uno de los encuentros me flanquea y me habré la puerta a la conversación con unos conocidos de el, me presento y digo:
– que entretenido esta el After Office, comentario que marco la entrada a mi charla-, el personaje que no es mi amigo, luego de unos minutos me lo encuentro en otro sitio con otro grupo, - el me habla al oído y de manera disimulada me indica que uno de los presentes tiene un apellido de bien- ,lo que significa que es el personaje perfecto para entablar una conversación – me imagino que de buena de buena crianza...- , me dejo llevar y le converso de la vida.

El tipo de apellido de bien y el que no es mi amigo, conversan abiertamente, y pasados unos minutos, el que no es mi amigo, lo consideraba su nuevo amigo….- Es una situación extraña, pero eso es un After Office –una especie de utopía urbana, donde todos son amigos de todos, que bello…. una situación dotada de hermosura…..-.

La escena me dejo de manifiesto la necesidad que tienen algunos de demostrar un doble estándar y, lo que puede ocurrir al hacer por estos días, en estos encuentros, “lobby”.

Ya pasado el rato, me acerco a mi chica y optamos por irnos del lugar, nuestra amiga y la tía de alma ochentera. A la salida se nos acerca una modelo y nos hace un par de preguntas – a las que respondí a todo que si- y quedamos nuevamente invitados para un próximo encuentro.

Mi caso no va específicamente por ir a hacer “bussines” y “lobby”, sino, por que fuimos invitados, pero creo que la escena que se vive en ese tipo de encuentros modernitas es la de jugar a un doble estándar que excede todo tipo de norma establecida, es mas, si este tipo de encuentros fuera penado por la ley, seria el escenario a-dock para verlo, vivirlo y sentir de cerca esa extraña necesidad que tienen algunos, de tener que demostrar algo que no son.

txt: Cristian Briceño Rettig

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